Semifinales
El 17 de junio de 1995 el equipo local enfrentó a Francia por la primera semifinal del mundial, en el partido mas polémico del torneo. Al día siguiente Nueva Zelanda e Inglaterra jugaron la otra semi y fue el partido que terminó de consagrar a la gran estrella de la Copa, Jonah Lomu. Tiempo de semifinales en el aniversario de plata del Mundial de Sudáfrica, con dos mini documentales imperdibles. François Pienaar, Jonah Lomu, Pierre Berbizier, Andre Joubert y otros cuentan la historia de esos dos choques apasionantes.
Foto destacada: Getty Images.
Sudáfrica 19 vs Francia 15
Durban fue el escenario del partido mas polémico de la Copa del 95 y la previa fue muy complicada por cuestiones climáticas. Mick Cleary, histórico periodista inglés, escribió para The Guardian “Los relámpagos cruzaban el Océano Índico, los truenos resonaban alrededor de la bahía y un extremo del rectángulo parecía más un lago que un campo de rugby, en principio no había ninguna posibilidad de que el juego comenzara”. Como dice Cleary, la lluvia arreciaba sobre el puerto mas importante de África y el King’s Park era lo mas parecido a una piscina gigante. Sobre la hora fijada para el kick off el sentido común aconsejaba suspender el partido. Era imposible jugar en esa cancha y corría riesgo la integridad física de los jugadores, sobre todo en los rucks y los scrums. Un grupo de dirigentes que recorrían el campo de juego con los zapatos hundidos en el agua parlamentó con Derek Bevan, el galés designado como referee de la semifinal, y juntos decidieron postergar por una hora el inicio, con la esperanza de que el tiempo mejorara. Claro, había una razón muy fuerte que los impulsaba a jugar el partido a toda costa. El reglamento indicaba que ante una cancelación debía seguir en la competencia el equipo que llevaba mejor conducta en el torneo y, en el partido ante Canadá de la primera ronda, Sudáfrica había recibido dos expulsiones. La cuestión era clara. Si el partido se suspendía, la Copa se quedaba sin el equipo local. El sueño de Mandela de lograr un gran impacto político para unir al país necesitaba a los Springboks en la final, así que no había opción. El partido de Durban debía jugarse. Igualmente los organizadores no pusieron mucho esfuerzo para mejorar el estado del campo. Aún hoy parece mentira pero, en una competencia que dejaba ganancias millonarias, la única opción que aplicaron para aliviar el pasto fue un equipo de siete u ocho mujeres negras con pañuelos en la cabeza y delantales verdes empujando el agua con escobillones. Ellas fueron las protagonistas de la foto que quedó como una postal de aquella noche tormentosa. Por supuesto, el partido se jugó.
Fue un duelo cerrado y absolutamente condicionado por el estado del campo. Los Springboks se adaptaron mejor a esa situación adversa y sacaron ventaja con un try de Ruben Kruger. Francia, mostrando la garra que siempre lo caracterizó en los mundiales, se mantuvo en partido y así penal a penal, con el duelo de pateadores entre Joel Stransky y Thierry Lacroix, se llegó en el minuto 36 del segundo tiempo, a la jugada mas polémica y recordada. Con Francia empujando, Lacroix tiró una bomba y Abdelatif Benazzi tomó la pelota a la carrera y se zambulló en el ingoal con James Small intentando trabarlo para que no apoye. Al día de hoy los franceses dicen que fue try y los sudafricanos, culposos y con menos entusiasmo, lo niegan. Bevan dijo que no y el partido terminó 19 a 15. En el video se puede ver la dura queja de Pierre Berbizier, entrenador de Francia en el 95, contra el árbitro galés, pero solo sirve para su catarsis. Sudáfrica ya estaba en la final.
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Nueva Zelanda 45 vs Inglaterra 29
El wing ingles Tony Underwood seguramente sabía quién era Diego Armando Maradona, pero es muy probable que jamás se haya enterado de quién era Hugo Orlando Gatti y por supuesto nunca supo que alguna vez el Loco, antes de enfrentar a Maradona, dijo que “el diez era un gordito”, desatando la furia orgullosa del Diego que en una tarde inolvidable puso cuatro veces la pelota dentro del arco del legendario arquero de Boca. Underwood no conocía la anécdota y antes de la semifinal del 95 cometió un grave error. Declaró a la prensa que “Jonah Lomu todavía no demostró nada porque no tuvo rivales difíciles en esta Copa”. Cómo él mismo lo cuenta en el video, la declaración de Underwood fue un golpe al orgullo del gigante de Auckland, al punto que pegó en la pared el recorte del diario y para motivarse lo leyó a cada rato en la previa del partido.
Lomu ya era la sorpresa mas explosiva de la copa, pero esa tarde en Ciudad del Cabo alcanzó el rango de estrella del rugby internacional. Primero se ocupó de Tony Underwood haciéndole sentir el rigor en cada choque y luego aplastó a los ingleses.
Los All Blacks del 95 eran un equipazo con figuras de la talla de Zinzan Brooke, Sean Fitzpatrick, Jeff Wilson, Ian Jones, Josh Kronfeld o Andrew Mehrtens, pero la categórica victoria de esa semifinal se explica por la presencia arrolladora de su wing de apenas veinte años. Ante el estupor de los cincuenta mil espectadores que coparon Newlands y los millones que lo siguieron por TV, Lomu anotó cuatro tries. En el mas recordado, el pobre Mike Catt, se llevó la peor parte. El fullback inglés quedó como último escollo de frente al gigante que venía trastabillando y literalmente lo pasó por encima como un tanque de guerra. En el Reino Unido aún se lo recuerda como el Mike Catt’s try. Lomu, que siempre fue un ejemplo de humildad, declara en el video “Lo cierto es que él ganó una Copa del Mundo y yo nunca pude lograrlo”.
De la mano de su gran estrella, Nueva Zelanda ya estaba en la final. Springboks – All Blacks, el partido que todos esperaban estaba a una semana de distancia. Pero esa sería otra historia.
Daniel Dionisi
Lindo post. Pero está mal la traducción en el video y el artículo , che.
Es bastante difícil distinguirlo bien, pero Lomu dice, bien al final del clip:
– “he [Mike Catt] made me famous, I guess”
– “él [Mike Catt] me hizo famoso, supongo”
Recuerdo ambos partidos vistos por la tele .Bocks gallos nunca debio jugarse pero bueno , se tenia que jugar y que ganara sudafrica , aunque , no todos querian que ganaran los Bocks , el primer hincha fur Mandela , que aprovecho el mundial para empezar a cambiar la historia , hacia un año que era presidente y la presion de los africaneers sobre todo , no querian que se jugara el partido . Nunca sabremos la verdadera historia de ese partido , menos porque el amigo Bevan no cobro el try franchute !!!
La otra semifinal fue un festival de los kiwis aunque al final los ingleses decoraron el resultado .
La final fue malisima , solo un poco de emocion al final del suplementario
Santiago
Efectivamente, el partido debió suspenderse ya que había grandes zonas en las que era imposible jugar. Fue una decisión política. Pero el ensayo final no llegó. Benazzi se quedó a centímetros de la línea de ensayo pero hubo varios golpes de castigo seguidos y el árbitro debió haber concedido un ensayo castigo. Recuerdo aquel partido como si se hubiera jugado ayer, y el cabreo con el que salí del bar. Con el tiempo me di cuenta de que la historia necesitaba la victoria de Sudáfrica. Y hoy me alegro de ello