A un año del último Mundial, Los Pumas tienen por delante tres semanas que determinarán, al menos por ahora, dónde están parados en la competencia internacional. Por primera vez desde aquella ajustada eliminación en Australia, la Selección argentina contará con todas sus figuras para los test ante Francia e Irlanda, en Marsella y Dublin, respectivamente. Y, enseguida, la prueba será en Vélez frente a los Springboks sudafricanos, aunque allí todavía es una incógnita si los clubes franceses pondrán trabas para ceder a sus jugadores.

Esta serie de fin de año representa una dura prueba para un seleccionado que dentro del grupo de los grandes es el único que no tiene una competencia anual. Por eso, estos test significan más que una prueba de ensayo, porque el rugby argentino, siempre en este terreno, se juega mucho.

Así como los partidos de mitad de año en la Argentina ante Gales mostraron primero a unos Pumas ofensivos y luego a otros dominados en todos los aspectos, para después soportar una más que decorosa derrota con muchos debutantes en la tierra de los All Blacks, estos de fin de temporada resultan los más importantes para evaluar el nivel.

Francia, que siempre tiene ante el resto la ventaja de la improvisación talentosa de su rugby, será un rival temible, no sólo porque viene de vencer a Australia, en París. De locales son durísimos y quizá a favor de los argentinos juegue que muchos de los titulares actúan en el campeonato francés.

Irlanda, que será otra vez el rival a vencer en el próximo Mundial, viene de menor a mayor. En el Seis Naciones le sacó el invicto a Inglaterra y el sábado logró una histórica victoria ante los Springboks, algo que no sucedía desde 1965. Los dos equipos se conocen mucho y se prevé un choque tan cerrado como los anteriores.

Y Sudáfrica dependerá de los 15 que estén para ponerse la celeste y blanca. Se sabe que acá, Los Pumas son capaces de ganarles a cualquiera. Y un impacto sobre los Springboks significaría una fuerte inyección en todo sentido, pues se trata de los últimos campeones del Tres Naciones.

Pero más allá de los resultados, que pueden darse o no, porque esto es un juego, habrá aspectos más interesantes para dilucidar. Uno es si Marcelo Loffreda le dará al equipo más armas que la organización defensiva; o sea, si Los Pumas se deciden a atacar más. Claro que para ello será necesario mejorar el scrum (y no apostar tanto a él), el line y el control de la pelota. ¿Y quién será el capitán? Otro interrogante que nunca fue un tema menor en Los Pumas, pero que después del Mundial tiene un condimento especial con vistas al futuro.