Unos días antes de cumplirse los 30 años del milagro de los Andes, protagonizado por los integrantes del equipo uruguayo Old Cristian’s, decíamos en este mismo espacio que aquello había sido quizá la síntesis más perfecta de lo que significa el espíritu del rugby. Sobre el final de enero, la International Rugby Board (IRB), la entidad que rige a este deporte a nivel mundial, coronó el valor de esos 16 hombre que sobrevivieron después de 72 días a un accidente aéreo en plena montaña, con un premio, llamado precisamente así: “Espíritu de rugby”.

Hasta Londres llegaron en representación de los uruguayos: Gustavo Zerbino y Roberto Canessa. Y esa reunión, reflejada en el diario El País de Montevideo por el periodista Frankie Deges, tuvo también un tono argentino. Es que el premio se los entregó Hugo Porta, quien es jurado de la IRB (un verdadero lujo para nuestro rugby), y con ellos tres compartió la mesa Agustín Pichot, quien fue especialmente invitado a la fiesta y, de paso, aprovechó para reflejar el encuentro en el programa que tiene en el canal Fox Sports.

Nos decía Pichot a través del teléfono: “Fue una noche muy emocionante. A Zerbino y Canessa no los conocía personalmente, y después nos quedamos charlando hasta la cuatro de la mañana. Me contaron todas sus experiencias y realmente no olvidaré nunca lo que escuché. También hablamos del rugby de ahora, y ellos se mostraron muy interesados por saber cómo se vive en la Argentina el ingreso de los profesionales a Los Pumas”.

En su discurso, Zerbino volvió a vincular al rugby con todo lo que significó la lucha por sobrevivir: “Regresar de los Andes fue para nosotros como en el rugby: un triunfo. Pero de la vida sobre la muerte. Un triunfo del amor, la solidaridad, el compañerismo y la fe. En los Andes trabajamos en equipo, algo que se necesita en el rugby, un deporte con una gran filosofía de vida, lleno de compromiso y sacrificio”.

Chris Rea, director de comunicaciones de la IRB, acertó con otra definición: “Es muy complicado definir el espíritu del rugby, pero al enterarnos de la celebración del partido que no pudieron completar hace 30 años, y ver la forma en que nuestro deporte los ayudó en la montaña, sabíamos que ese grupo era la definición misma del espíritu”.

Por eso creímos que era importante volver a destacar a aquellos protagonistas de “¡Viven!”. Porque nos tocan bien de cerca, ya que los sentimos “nuestros”, porque dos grandes como Porta y Pichot compartieron con ellos la emocionante noche y porque nunca mejor un premio a lo que se entiende por espíritu del rugby.