Leyenda
Ayer se anunció el retiro del mejor jugador de la historia de la URBA: Hernán Senillosa. El Chori tuvo una carrera ejemplar, fue el ícono de la etapa dorada de Hindú y fue Puma de Bronce. Difícilmente alguien logre algo similar.
“Me voy a retirar cuando yo quiera, no por una lesión”. La declaración fue en el Diario Olé, en abril de 2013. El Chori se había operado los ligamentos cruzados de la rodilla el año anterior y, con 35 años, muchos presumían que era el final de su carrera. Pero no el: “Me operé el 3 de julio, hice una rehabilitación impresionante con Martín Zucchiatti y a los cuatro meses estaba para jugar, aunque hacerlo era una locura. Después, un día me agarró la loca y empecé a entrenarme, arrancaba a las 7 con Toto Fernández Miranda, metí pretemporada, gimnasio, correr… Cuando me di cuenta estaba mejor que nunca. Incluso, me fui de vacaciones a Brasil y ahí me entrené más que acá. Bajé cinco kilos, pasé los testeos, no sufría… Me enganché y acá estoy”. A fin de 2016, cerca de cumplir 39 años, sufrió una fractura de tibia y peroné ante Belgrano y se perdió las definiciones. ¿Cómo recuperarse de una lesión tan grave a una edad tan avanzada? Sólo Hernán Senillosa tiene la respuesta. Volvió, levantó tres copas más y se despidió con todos los honores. Situaciones que reflejan la constancia de un jugador de otra dimensión para el nivel local.
Allá por 1996, cuando se fundó la URBA, Hindú estaba lejos de ser este monstruo que no se cansa de ganar títulos. Ese mismo año, Senillosa hacía su debut en la primera división, con 18 años. No existe una razón dentro de la lógica para explicar que se haya mantenido tantos y tantos años en el equipo más exitoso del medio local. Y menos para explicar que logró 18 de los 19 títulos que tiene el club, en el que jugó 370 partidos y apoyó 248 tries. Una verdadera locura, en tiempos donde el rugby es cada día más exigente, los chicos cada vez están más entrenados, y se trata del caso de un centro, el cual requiere menos desgaste físico que un forward, pero que necesita conservar la velocidad y el timing para mantenerse en la elite del rugby local. El Chori venció al tiempo. Logró reinventarse año a año y supo como amoldarse a un rugby totalmente distinto al de su primera etapa como jugador. Fue perdiendo explosión, pero fue ganando mañas y no se le fue esa picardía e inteligencia para explotar los espacios en las defensas rivales con buenos ángulos. Siempre con medias bajas, lejos de los mejores físicos para su puesto, pero con una fuerza de piernas notable y un excelente juego de manos. De mucho le debe haber servido crecer y nutrirse en una escuela como la de Hindú.
No fue sólo un ejemplo y una leyenda del club de Don Torcuato. Es respetado por todo el rugby doméstico y tuvo el enorme mérito de haber sido Puma de Bronce, además de sumar 33 caps con el seleccionado. Junto a Federico Serra y Horacio Agulla fueron los únicos del medio local. No fue a pasear a Francia, sino que fue importante: Ingresó todos los partidos, menos en la semifinal ante los Springboks. Al igual que varios históricos (Corleto, Pichot, Manuel Contepomi, Hasan, Longo y Nicolás Fernández Miranda) su despedida del seleccionado fue en el mágico encuentro ante Francia, con paliza incluida y asegurando el bronce. Senillosa tenía 30 años, pero su rugby estaba lejos de terminar. Agigantó su figura en Hindú durante 11 años más, lo fueron dejando viejos compañeros más chicos que el, que terminarían siendo sus entrenadores, a los que ayer les comunicó que su tiempo adentro de la cancha se acabó. Fin de una era.
Dos temporadas en Clermont. Esa fue la única experiencia profesional de Senillosa en sus 22 temporadas como jugador de primera. La foto de abajo refleja también que el Chori fue un jugador fuera de lo normal: Dejando en el piso a Tana Umaga y con Mils Muliaina persiguiéndolo. Un amateur rodeado de estrellas internacionales.
No se retira campeón (con todo lo que consiguió es un detalle ínfimo), pero si dejando una excelente imagen y sano, como el quería: adentro de una cancha. Además, apoyando a los 41 años un try en la semifinal de la URBA. Hindú extrañará a su prócer. El rugby de Buenos Aires también. Seguramente colaborará desde otro lado, porque el rugby no termina cuando se deja la actividad. En marzo arrancará la temporada de la URBA, la primera con el mejor de su historia como ex jugador. Hernán Senillosa es una leyenda.
Por: Nicolás Casanova
Fiesta en Santa Fe
Fiesta en Santa Fe
Argentina – Australia (Ustedes)