Momentos
Los Pumas perdieron un partido increíble en Salta: De la euforia del 31-7 al desconcierto del 45-34 final. Dura derrota, sin respuestas anímicas y con muchas dudas e interrogantes. El peor cierre del mejor Rugby Championship en su historia.
Los torneos están llenos de momentos. Los partidos también. Se dice que los mejores equipos son aquellos que en sus peores momentos no pierden la compostura y mantienen el temple. Que lo digan los All Blacks, que en la primera hora del encuentro ante los Springboks estuvieron erráticos, muy lejos de su potencial, pero no le permitieron a su rival irse lejos en el marcador, y cuando lograron aceitar los movimientos en ataque lo dieron vuelta. Los Pumas fueron la contracara de esto. En cuanto pueden construir y están con confianza te liquidan. Te someten y son capaces de hacer tries de cualquier sector de la cancha. Pero todo eso que construyen se puede destruir y hacer añicos cuando la mano viene negra. Ya había sucedido siete días atrás, en Vélez, cuando los All Blacks, sin generar tanto, se fueron al descanso arriba por 21-3. ¿Cómo se puede explicar una derrota como la de hoy? ¿Cómo se puede entender que un equipo ampliamente superior haya caído tan abruptamente de un tiempo a otro? Mario Ledesma y Agustín Creevy, los encargados para hablar en conferencia de prensa, coincidieron: El factor mental. Lo de los Wallabies hoy fue historia: Fue la mejor remontada entre países tier 1, superando los 17 puntos que levantó Francia ante Gales en 1996 (pasó de estar 27-10 abajo a ganar 40-33).
Hay que dividir en dos partes la actuación de los Pumas, porque la del primer tiempo es digna de destacar. Obtención, carreras derechas, ángulos de afuera para adentro para producir quiebres, superioridad en el contacto y confianza para atacar. Estructuras de ataque más parecidas a la versión de Jaguares. A los 4 minutos ya ganaba el local 14-0 gracias a un excelente ingreso de Pablo Matera por el centro de la cancha, y un gran contrataque que definió Emiliano Boffelli. En ambas conquistas, con buena participación de Nicolás Sánchez. ¿Cuánto habrá influido la salida del 10 en la primera mitad? Santiago González Iglesias, su reemplazante, fue de mayor a menor, apoyando un buen try apenas ingresado, pero luego sintió el poco rodaje y al igual que el equipo se fue desinflando. A contracara, Bernad Foley le dio a su equipo en el complemento lo que le venía faltando en las últimas fechas: Orden, manejo de tiempos e interpretación de lo que pedía cada jugada. Además descomprimió de responsabilidades a Kurtley Beale, muy mejorado como centro y fino para relanzar el juego. Volviendo a lo bueno que vimos en el primer tiempo, cabe destacar la extraordinaria conquista apoyada por Matías Orlando, de muchas fases y llena de detalles que lo transforman en uno de los mejores que apoyaron en 2018.
El segundo tiempo empezó antes de la salida inicial: Las cámaras de televisión enfocaron el vestuario de Australia, en el que se pudo ver a un alocado Michael Cheika, totalmente sacado luego del 31-7 en contra. ¿Cuánto podrá haber influido ese momento? Por lo que se vio en el complemento, debe haber tocado fuerte el orgullo wallabie. Desde el minuto inicial el equipo fue otro. Si decíamos que los Pumas tuvieron la capacidad de variar ángulos y romper tackles, lo del visitante fue un fiel reflejo del ADN australiano. Terribles carreras, movimiento de pelota y muchas opciones de posibles receptores. Además, ahogaron constantemente a los Pumas y le metieron presión en cada ruck. Así llegó el primer try de la remontada, tapando un cajón de Gonzalo Bertranou. El equipo argentino no sólo careció de juego, sino de la bien llamada rebeldía. No tuvo carácter para aguantar los embates del rival, ni la capacidad de manejar los tiempos del partido. Tampoco la cabeza para soportar los momentos de inferioridad: “Nos cuesta creer que somos lo suficiente buenos para ganar estos partidos. Nos empezamos a apichonar un poco” analizó Mario Ledesma en conferencia de prensa. Fue una ola amarilla en el Padre Ernesto Martearena, con los backs luciéndose, pero con dos figuras que vienen siendo el sostén del equipo hace años: Michael Hooper y David Pocock, temibles en ataque, en defensa y en cada ruck. Dos laburadores que además se dieron el gusto de apoyar en Salta. En 26 minutos la visita lo dio vuelta y los últimos minutos lo manejó a su antojo, desactivando cada intento de descuento de los Pumas.
“Lo que pasó hoy no se puede creer. Ir 31-7 y perder el partido duele mucho” Manfiestó el capitán Agustín Creevy, que coincidió con Ledesma en que el problema fue mental. El hooker no pudo dejar de lado la calentura cuando se lo consultó por el balance general del Rugby Championship, en el que por primera vez en la historia se consiguieron dos triunfos. El torneo para los Pumas tuvo momentos buenos, con notables signos de reacción, y otros en los que se siguen percibiendo deficiencias que muchas veces no permiten competir a este nivel (el scrum, el tackle 1 contra 1, el maul ofensivo). Además, los últimos partidos se notó que Agustín Creevy y Nahuel Tetaz Chaparro necesitan un descanso, y que Nicolás Sánchez es indispensable en la estructura. Ahora momento de descanso y reflexión. El año no termina acá y queda la gira por Europa con el sello de Barbarians para cerrar un 2018 movido.
Por: Nicolás Casanova
La reacción de Cheika en entretiempo:
Síntesis (Vía A Pleno Rugby)
Ingresaron: Julián Montoya, Santiago García Botta, Santiago Medrano, Matías Alemanno, Juan Manuel Leguizamón, Tomás Cubelli, Santiago González Iglesias y Sebastián Cancelliere.
Entrenador: Mario Ledesma.
Ingresaron: Tolu Latu, Sekope Kepu, Allan Alaalatoa, Rory Arnold, Rob Simmons, Caleb Timu, Nick Phipps, Matt Toomua y Tom Banks.
Entrenador: Michael Cheika.
Resultado Parcial: Argentina 31 – Australia 7.Tantos en el Segundo Tiempo: 4′, 9′ 12′, 23′, Goles de Foley por Tries de Rodda, Folau, Haylett Petty y Pocock (AU); 20′, Penal de González Iglesias (AR); 34′, Penal de Foley (AU);
Highlights:
Perth
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