Alumni se equivocó menos
El color, el clima de una final, estuvo afuera de la cancha, en esas tribunas colmadas de banderas. Por un lado, el negro y blanco. Por el otro, el rojo y blanco. Glorias de ambos dando el presente. Adentro, CASI y Alumni, en cambio, ofrecieron un partido donde abundaron las imprecisiones, en el cual pareció que a los dos les pesó la necesidad de ganar para obtener el pasaje a las semifinales. Fue Alumni, al fin, el que lo consiguió. Simplemente porque se equivocó menos. Y el CASI, que ahora lamentará más que nunca aquella derrota con Los Tilos y aquel empate que tenía ganado con el SIC, se quedó sin la posibilidad de poder defender el título.
Alumni fue fuerte en el scrum (de esa formación derivó el try penal) y tuvo en su capitán, Santiago Van der Ghote, a un pateador que aportó 14 de los 19 puntos. En cambio, Agustín Figuerola, el pateador del CASI, falló tres penales clave (dos de ellos muy factibles). En uno, en el arranque del segundo tiempo, el resultado estaba 13-10. En los otros dos, 16-10.
CASI falló demasiado en una de sus armas: el line. Además, cometió muchos penales en los rucks y la pelota se le cayó más de la cuenta. Fue un equipo nervioso, impreciso, poco claro para atacar.
Alumni no fue mucho más. Salvo cuando Franco Fasano concretó una muy buena corrida de los backs, siempre estuvo adelante en el marcador. Y si bien peligró cuando Figuerola tuvo sus oportunidades, en casi todo el trámite dio la sensación de ser el más macizo de los dos.
Fue fiesta roja y blanca en San Isidro. Alumni es semifinalista. Y por lo visto hoy, es merecido.
Un equipo ganador
Fiesta tucumana
Un equipo ganador