Se viene una polémica
La Unión de rugby de Nueva Zelanda designó 22 jugadores que, supuestamente, son los que irán al Mundial del año próximo. Hasta aquí, nada nuevo. El asunto es que parece que la intención es que esos elegidos participen lo menos posible en los partidos que no sean test internacionales. O sea, limitarlos en, por ejemplo, el poderoso y ultraprofesional Súper 14. Por lo pronto, los All Blacks serán monitoreados permanentemente de aquí a la cita de Francia. Algo similar se propone la Federación Francesa, que, según trascendió, limitaría la actuación de sus jugadores en el Top 14. Se espera la queja de los clubes, que entonces deberán apelar al máximo a las estrellas extranjeras, entre ellas los argentinos. Acá, se sabe, estamos en otra dimensión. Tanto que esta mini-concentración de dos días y medio en los alpes suizos parece una hazaña.
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