Es año de Mundial y no sólo hay que mirar el panorama que les deparará a Los Pumas de aquí al debut del 10 de octubre ante Australia, en Sidney (dos test con Francia en Buenos Aires, otra ocasión para ir a Sudáfrica con una mini-gira y el Panamericano), sino para analizar el calendario que agrupa a las grandes potencias. Porque si el Seis Naciones y el Tres Naciones siempre son importantes, más lo serán en éste 2003.

Por el lado del Seis Naciones, y siempre pensando en Los Pumas, hay que observar con atención todo lo que haga Irlanda, sin dudas el rival a vencer para intentar acceder a los cuartos de final. Los de camiseta verde tendrán una excelente oportunidad para demostrar su fortaleza porque les tocará cerrar el torneo. Será el 30 de marzo ante Inglaterra, el gran favorito, en el Landsdowne Road de Dublin. Debutarán el 16 de febrero contra Escocia, de visitantes, y luego enfrentarán a Italia (en Roma, el 22 de febrero), Francia (en Dublin, el 8 de marzo) y a Gales (en Cardiff, el 22 de marzo). O sea, con los dos más poderosos (ingleses y franceses) actuarán de locales.

Quizá para ponerse a tono con lo que sucederá en el Mundial, el Seis Naciones se extendió en cuanto al tiempo de duración (serán cinco fines de semana completos), algunos partidos se jugarán por primera vez casi de noche y la BBC acaba de cerrar un acuerdo para televisar las tres próximas temporadas a cambio de nada menos que 176 millones de dólares.

En la otra punta, en el Hemisferio Sur, los tres grandes llegarán al Mundial casi con el Tres Naciones sobre sus espaldas. El torneo que reúne a All Blacks, Wallabies y Springboks arrancará el 12 de julio en la maravillosa Ciudad del Cabo con Sudáfrica-Australia y concluirá el 16 de agosto en Auckland, con Nueva Zelandia-Australia. Los Wallabies (rivales de los argentinos en el Mundial) serán locales el 26 de julio con Nueva Zelandia (en Sidney) y el 2 de agosto con Sudáfrica (en Brisbane).

Como se ve, un calendario de competencias que como siempre deja a Los Pumas en inferioridad de condiciones, porque mientras Loffreda y Baetti contarán con los jugadores no más de cinco veces de aquí a octubre, el resto calentará motores jugando al máximo nivel y con oportunidades para ir probando jugadores y esquemas. Los argentinos no tienen mucho margen para cambios que son necesarios.

Se viene, entonces, en algo más de un mes, un maratón de test que hay que seguir de cerca para ver hasta dónde pueden llegar Los Pumas en el Mundial de Australia. Es que ya se vive clima de Mundial.