Una cosa que empieza con P
La UAR cambió sus logos y se desató la polémica en el rugby argentino. El error de confundir imagen con identidad y el acierto de diferenciar lo burocrático de lo deportivo.

Foto: Prensa UAR / Gonzalo Prados
La Unión cometió dos errores : uno comunicacional, que consistió en generar expectativa en sus redes respecto al “cambio” que se venía, además de organizar un innecesario y excesivo evento de presentación con convocatoria a la prensa. El otro error, conceptual, fue confundir imagen con identidad. “Hoy presentamos nuestra nueva identidad” decían algunos tweets de la UAR, cuando lo que se presentó fue un cambio de logo o, en todo caso, de estrategia de marketing. La identidad tiene ingredientes mucho mas trascendentes que un simple cambio de imagen.
Pero también hay aciertos en esta resolución de la UAR. El mas significativo tiene que ver con la decisión de separar el logo de la Unión de la insignia de Los Pumas. Por un lado lo institucional y burocrático, por el otro la pasión del juego que, insistiendo en la cuestión, es lo que mas alimentó la identidad puma en los últimos 113 años (1910, primer partido del seleccionado argentino). El actual Presidente de la UAR, Gabriel Travaglini, además de ser un destacadísimo Puma, es gran conocedor y defensor de la historia y la tradición del rugby argentino. Trascendió una anécdota según la cual, en una de las primeras reuniones de Consejo Directivo, Gabriel miró a su alrededor y comprobó que varios de los presentes lucían camisas, sacos o remeras con el emblema de Los Pumas en el corazón. “¿Porqué usas eso?” les preguntó, incomodándolos. Claro, de los 24 miembros del actual Consejo Directivo, además de Travaglini, el único Puma es Manuel Contepomi. Ninguno supo qué responder, pero la anécdota es muy significativa en cuanto a la necesidad de no mezclar los tantos. Por un lado la dirigencia y lo administrativo con su nuevo logo, por el otro Los Pumas, los que dejaron el alma en la cancha, con el emblema que los representa. Es muy raro que un puma use la camiseta fuera de la cancha. La celeste y blanca es sagrada para ellos y así lo marcó Travaglini en esa reunión. Basta ver el sentimiento que transmite Tito Fernández al respecto.
Aggiornar los logos corporativos e identificatorios de la UAR también es una decisión acertada. Todas las marcas del mundo lo hacen y la UAR y Los Pumas, mal que nos pese, son marcas. Pero, mas allá del aluvión de “diseñadores gráficos” que denostaron la estética de los nuevos logos en las redes, la discusión se centró en una disyuntiva felina: ¿yaguareté o puma?. El animal del nuevo logo no tiene las manchas que caracterizan al yaguareté, por lo que debemos inferir que es un puma. Ese cambio, que no es la primera vez que se produce en la camiseta del seleccionado, desató la furia de los mas tradicionalistas, quienes atacaron con argumentos zoológicos asegurando que el yaguareté es un animal que ruge, caza usando su fuerza y enfrenta a animales mas grandes, mientras que el puma no ruge, es huidizo y ni siquiera es patrimonio natural de Argentina. También se cuestionó la legitimidad del origen del nombre de nuestro seleccionado, destacando que proviene de un error de periodistas extranjeros, lo cual es cierto pero de ninguna manera agravia a la tradición sino que la pondera. La historia del bautismo no buscado, por un grupo de jugadores argentinos que intentaban hacerles pronunciar la palabra “yaguareté” a periodistas sudafricanos, es deliciosa. Y no hay que olvidar que el nombre que identifica al seleccionado de Nueva Zelanda, el mas poderoso del mundo, también surgió de un error: en la gira de 1905 al Reino Unido ni siquiera usaban camisetas negras (eran marrones), y un periodista envió, por tipógrafo, la noticia de que el equipo jugaría uno de los partidos íntegramente formado por backs (all backs) y, error de tipeo mediante, los All Blacks quedaron bautizados para siempre.
Que el animalito del escudo sea un puma o un yaguareté no es relevante, es una cuestión de imagen, apenas una representación de la realidad. Lo verdaderamente importante es resguardar la identidad, ese conjunto de rasgos y características que, durante muchos años, fueron construyendo una mística que diferencia a Los Pumas del resto de los equipos del mundo. Un sello incorporado al alma del rugby argentino que nos llena de orgullo cada vez que alentamos con pasión a “esa cosa que empieza con P“.
Daniel Dionisi
Boks
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Capibaras