La tarde perfecta
La gira de 1983 es recordada como una de las mas exitosas de los guerreros de los 80. Y ellos se refieren al éxito en todo el significado que tiene la palabra cuando se habla de una gira: fue buena en el plano deportivo y, además, fue la mas divertida. Ayer se cumplió un nuevo aniversario del partido que coronó ese viaje: Australia 3 – Argentina 18, jugado el 31 de julio de 1983 en el Ballymore Stadium de Brisbane. La victoria mas amplia y categórica, en el resultado y en el juego, de Los Pumas sobre los Wallabies. Una tarde perfecta.
Era la época del apogeo del scrum argentino, y esa formación fue decisiva en el partido. Argentina sometió a Australia con una primera línea y un pack demoledores: Dengra, Courreges, Rodríguez, Branca, Milano, Petersen, Ure y Minguez, con la conducción del Bambi Soares Gache y la inteligencia mas el pie de Hugo Porta detrás, demolieron a los australianos. El primer tiempo terminó 9 a 0 y la ventaja no explica la superioridad de Los Pumas. En la segunda etapa un penal de Campese y un drop de Porta modificaron la chapa, hasta que al final un try scrum coronó la victoria argentina. La revancha se jugó una semana después y Los Pumas también jugaron un gran partido, pero se encontraron enfrente con un jugador extra; el árbitro galés Clive Norling. Así lo recuerda Perica Courreges: “El jueves ya supimos que nos iban a hacer la vida imposible porque tuvimos una reunión con dirigentes australianos en la que nos dijeron que a ellos les quedaba muy mal económicamente que los Pumas ganaran los dos partidos, que iban a hacer todo lo posible para que no pasara, y alguien le preguntó “incluido el referee? si, incluido el referee” nos dijeron. Nos cobraron un try penal en las 25 yardas, dos penales por saltar muy alto el Flaco Ure en la salida de mitad de cancha. Diez años después me lo encontré a Norling en Gales y me dijo : “Era un daño al rugby internacional que Los Pumas ganaran los dos partido en esa ocasión”. Creo que había recibido un buen fajo de dólares australianos”.
Mas allá de Norling la gira es un gran recuerdo. Al poco tiempo Warringah Rugby Club contrató a Enrique “Topo” Rodríguez, que se convirtió en una leyenda del rugby australiano. El Topo les enseñó el scrum y, al año siguiente, fue titular en la histórica gira de los Wallabies por el Reino Unido.
La tarde del partido perfecto de Los Pumas ante Australia también encierra una pequeña y entrañable historia protagonizada por el inolvidable Bernardo Miguens y Martín Sansot.
DIPLOMA DE PUMA
El último pasaje a Australia fue para él y cuando le confirmaron la convocatoria su sorpresa fue mayúscula. Sabía que iba de suplente pero viajar con Los Pumas al país de los Wallabies, compartir un mes con los mejores jugadores del país y ser parte de esa gloriosa elite ni siquiera estaba en sus sueños. Por eso la alegría alborotó una vez más la casa de la familia Miguens.
Bernardo, el cuarto hijo varón de Hugo y Matilde, estaba educado en la tradición rugbística y dos de sus hermanos ya conocían la intransferible sensación de ponerse la camiseta nacional. Su casa era ovalada, se respiraba rugby en cada rincón, pero la mejor lección lo estaba esperando en ese viaje a tierra australiana. Bernie viajaba como fullback suplente detrás del talentoso Martín Sansot, dueño indiscutido del puesto. Sus aspiraciones para la gira eran modestas. Le bastaba con jugar un par de partidos provinciales y sumar experiencia compartiendo un mes de entrenamientos en el primer nivel internacional.
Cuando la gira empezó a rodar muchas veces Miguens se sorprendía al girar la cabeza en el comedor del hotel y cruzar su mirada con la del gran Hugo Porta o se emocionaba viajando en el micro al lado de pumas de renombre como el Tano Loffreda o Rafa Madero. Era suplente, pero disfrutaba intensamente esos días del 83. Sin embargo los acontecimientos se iban a suceder de forma sorpresiva para el joven jugador de CUBA.
Los Pumas jugaban en Brisbane el tercer partido de la gira contra Queensland y a los quince minutos, en una jugada en el propio ingoal, Martín Sansot recibió un terrible golpe en la cabeza y debió abandonar la cancha en estado de inconsciencia. El grito de Michingo O¨Reilly no se hizo esperar – Bernie!!A la cancha!!. El fullback de Universitario calentó unos segundos, hinchó el pecho, saltó al pasto a escribir su historia y en la primera acción con la camiseta de Los Pumas destrozó a Brendan Moon, wing y estrella del equipo australiano, con un tackle poderoso.
El cuarto encuentro de la gira, contra New South Wales, sirvió para que Miguens tomara confianza mientras se acercaban los tests frente al seleccionado australiano. Paralelamente, la esperada recuperación de Martín Sansot no se producía y todo indicaba que Bernie iba a jugar su primer partido grande con la camiseta de Los Pumas. Él vivía intensamente el momento compartiendo las prácticas con el mismo jugador que admiraba desde muchos años atrás, cuando se escapaba a la cancha donde jugara Pueyrredón para disfrutar de las mágicas jugadas del fullback que había maravillado a los franceses en el 75. Claro, Sansot era su ídolo de siempre.
Como tantas veces, la mala suerte ajena había allanado el camino para que un tapado se adueñara del puesto en una gira de Los Pumas. Dos días antes del primer test el entrenador O`Reilly le confirmó que iba a ser el fullback titular. En esas 48 horas Bernardo Miguens recibió el apoyo de Sansot con algunos gestos y unas pocas palabras. Martín nunca se caracterizó por su locuacidad y Bernie tenía demasiado respeto por su figura como para franquear la barrera de la confianza. Pero el alumno sabía que contaba con el apoyo incondicional del maestro.
Por fin llegó el partido y ese 31 de julio de 1983 en el Ballymore de Brisbane, Bernie Miguens vivió el día más glorioso de su campaña rugbística. Debut en Los Pumas, gran actuación y victoria histórica por 18 a 3 frente al poderoso seleccionado australiano. Cuando terminó el partido los argentinos prolongaron los emocionados festejos en la cancha. La euforia era total y Bernie no escapaba al clima victorioso que vivía el equipo. Ya en el vestuario, el Tano Loffreda y su compadre Madero se estrechaban en un interminable abrazo mientras el capitán Hugo Porta ensayaba un discurso acerca de la importancia del triunfo con palabras que pocos alcanzaban a oír.
Entre el vapor que venía de las duchas y el griterío que no cesaba Bernie Miguens, sentado en un banco y aun vestido con la ropa del partido, encontró un instante para la reflexión. En ese minuto se acordó de su padre, de su hermano Hugo y trató de tomar conciencia sobre el enorme momento que estaba viviendo, sobre la magnitud de la hazaña que acababa de conseguir junto a sus catorce compañeros. En eso estaba, sumido en sus pensamientos, cuando percibió un movimiento a sus pies. Agachó la cabeza y no pudo creer lo que veía. En silencio, Martín Sansot, su referente, el mejor fullback de la historia de Los Pumas, le estaba sacando las medias y aflojándole las vendas para que se sintiera mas cómodo. El mismo que había padecido la frustración de no jugar ese partido lo atendía y lo halagaba desde la actitud humilde que siempre tienen los grandes de verdad. Bernie, incómodo, intentó frenar la acción de Martín pero fue inútil. Bastó que cruzaran las miradas para que estuviera todo dicho. Humildad y grandeza. Esa fue la gran lección del maestro Sansot. Y en ese día de invierno del 83’ Bernardo Miguens se recibió de Puma. El diploma, una enseñanza para toda la vida, se lo entregó su gran ídolo.
Del libro Leyendas del Rugby, Daniel Dionisi, (2ª edición, 2020, Club House).
La de Sansot y Miguens es quizás la mejor historia del rugby argentino. Por gestos como este es que aquellos jugadores dejaban la vida en la cancha. Abrazo
Qué relato más extraordinario, Daniel. Emocionante en todo momento. Qué hombres aquellos. Qué Puma fue y será toda la vida Bernardo Miguens.
Habrá alguna posibilidad de conseguir el video del tackle que le puso a Brendan Moon?
Qué pedazo de reliquia ese video. Un tackletón.
Gracias Daniel, abrazo.
Qué pedazo de reliquia ese video. Un tackletón.
Gracias Daniel, abrazo.
Extrañaba las notas de periodismo -cuba
Años sin Internet ni siquiera tv por cable . Me enteré del resultado por un salida al aire de radio continental del gordo Gonzalez del Solar viajando de San Juan a Bs as . En esa época esperábamos la reviata El Gráfico, que salía los martes y a San Juan llegaba los miércoles, creo que todavía escribia el gran Free Lance , a quien tuve el enorme placer de conocerlo y hablar con él. Creo que en cajon tengo guardado ese ejemplar del gráfico.
LP podrían honrarlos con un scrum dominante.
Santiago