Localía
Crusaders y Lions definirán el Super Rugby, reeditando la final del año pasado. Ambos se hicieron fuertes como local y jugarán el próximo sábado la final en Christchurch.

Crusaders fue demasiado para Hurricanes y llega como candidato a repetir el título. Foto: Getty Images
Nuevamente el 1 y el 2 de la temporada regular se enfrentarán en el choque decisivo. El formato de la SANZAAR le permitió a Lions terminar como escolta de Crusaders, aún con menos puntos que Hurricanes y Chiefs. Los de Johannesburgo aprovecharon más que nadie su localía, sacando rédito de los 1700 metros de altura de la ciudad y manifestando la gran cantidad de variantes ofensivas que maneja. La victoria por 44-26 sobre Waratahs dejó en evidencia algo que ya había mostrado ante Jaguares. Los recursos y las facilidades que tiene para sacar diferencia en ataque. En cualquier situación pueden generar peligro, tal como la extraordinaria maniobra individual de Aphiwe Dyantyi que terminó con una palomita en la bandera. Con 87 tries quedó a dos del récord absoluto que tiene Hurricanes en 2017. Aún menos competitivo que los dos últimos años, Lions tiene el line más sólido del torneo, el mejor maul ofensivo y se siente cómodo jugando esa faceta. Ayer llegó dos veces al ingoal por esa vía. Su scrum es formidable y cuenta con jugadores en un nivel altísimo como Malcom Marx, Ruan Dreyer, Franco Mostert, Ross Cronje y Kwagga Smith, la figura de la cancha en la semifinal. Sin embargo, ayer Lions volvió a dejar dudas en defensa. Al igual que Jaguares, Waratahs encontró huecos muy fáciles cuando logró hilvanar buenos movimientos. 33 tackles superados y 12 quiebres para los australianos, un número que debe preocupar a Swys de Bruin y su staff teniendo en cuenta lo que se viene.

Kwagga Smith, una de las figuras del fin de semana. Clave en el triunfo de Lions. Foto: Getty Images
¿Le alcanza a Lions su poder ofensivo para visitar a Crusaders? Claramente no. Sin la altura como aliada, deberá salir de la zona de confort de Johannesburgo: En 2018 sufrió cinco caídas en ocho presentaciones afuera de su tierra. Jugará en Christchurch, lugar donde el local disputó 20 encuentros de play-off desde 1996: Ganó los 20. Se enfrentará al mejor equipo de todos, que le sobran virtudes. Es el mejor defendiendo, tiene una mezcla perfecta de experimentados y jóvenes, es fuerte en las formaciones fijas, cuenta con un gran abanico de posibilidades en el plantel, un staff de lujo y sobre todo tiene una identidad y cultura de equipo que lo convierten en la franquicia más grande del Super Rugby. Ayer no dejó dudas y sacó de la cancha a un equipazo como Hurricanes. La victoria por 30-12 pudo haber sido aún mayor si ajustaba un poco la definición. Crusaders jugó al ritmo de Richie Mo’unga, imparable por momentos, que viene pidiendo pista para ser tenido en cuenta por los All Blacks. El 10 debutó con los hombres de negro en el último test de la ventana de junio y es un jugador determinante en la estructura de juego del campeón. Además, se complementa bien con Bryn Hall, formando una de las parejas de medios más prolijas del torneo. Kieran Read volvió hace algunas semanas y ayer se lo pudo ver nuevamente en su mejor nivel, muy firme en defensa, una garantía en la hilera y en la base del scrum.
Contra un equipo casi sin fisuras se enfrentará Lions en lo que será un encuentro histórico para la franquicia: Será el primer conjunto sudafricano en disputar tres finales seguidas, el segundo no neozelandés tras Brumbies 2000, 2001 y 2002. Un proceso que llegó a su pico el año pasado y que se viene diluyendo con pérdidas importantes (Jaco Kriel, Ruan Ackermann, Janse van Rensburg, Faf de Klerk, Andries Ferreira y el entrenador Johan Ackermann). El próximo sábado buscará la revancha de 2017 y que la tercera sea la vencida.
Crusaders 30-12 Hurricanes
Lions 44-26 Waratahs
Predio
Adiós a Alex
Adiós a Alex