Legionario
En el atardecer de un viernes del 93 el abogado, enfundado en un traje gris oscuro de buen maridaje con la corbata apenas estridente, apuró el paso por la bajada de Cerrito para llegar a su casa y empezar a disfrutar del fin de semana. Sin embargo cuando vio a un grupo de grandotes amontonados contra el paredón del Hyatt, sorprendido, se frenó en seco. Allí estaban, con sus tradicionales trajes verdes con solapas pespunteadas de amarillo, los mismísimos Springboks que al día siguiente jugaban el primer test contra Los Pumas. El abogado, hombre de rugby, no pudo evadir la tentación, se acercó al grupo amigablemente y en un buen inglés les preguntó “¿Cómo están para el partido de mañana?”. Con un fondo de risotadas y de forma algo altanera un rubio elegante (era André Joubert) le respondió “I´ts a piece of cake”, en criollo algo así como “pan comido”. El abogado, que hasta ese momento había tratado de ser cordial, endureció el gesto, levantó la voz y les agitó la memoria, “¿Se olvidaron de Bloemfontain?”. En ese instante, como si hubiera pronunciado una palabra mágica, el bullicio canchero de los Springboks se convirtió en el mas sepulcral de los silencios. Entonces se abrió una calle en el medio del grupo y desde el fondo apareció la figura de Francois Pienaar, estirándole la mano. “¿Con quien tengo el gusto?”.
Y el abogado, con el pecho inflado de orgullo, respondió “Mario Negri, octavo de Bloemfontain”.
Mario, el legionario
La legión extranjera es una unidad del ejército francés que se caracteriza por su espíritu de cuerpo y por ir adonde nadie va. Si es al desierto, mejor. Se conformaba de extranjeros y generalmente se incorporaban a sus filas criminales y toda clase de aventureros. Ha sobrevivido a tres repúblicas, un imperio, dos guerras mundiales, la subida y la caída de ejércitos de reclutamiento en masa, el desmantelamiento del Imperio Colonial Francés y, finalmente, a la pérdida de su lugar de nacimiento, Argelia.
Todo pasa pero la legión queda.
En 1982 el rugby argentino tuvo su propia legión.
La segunda visita de Sudamérica XV a Sudáfrica tuvo una particularidad. No fue un equipo de gira sino dos. Al grupo titular conformado por las grandes figuras que integraban Los Pumas desde varios años atrás se sumo un equipo B formado por jugadores argentinos mas el aporte de uruguayos, chilenos, paraguayos y un brasileño. Eran dos equipos completos, incluyendo suplentes y entrenador. La Unión Sudafricana organizó dos partidos por fecha. Mientras el equipo A jugaba contra los conjuntos tradicionales, el B se marchaba a lugares alejados de las grandes ciudades a disputar partidos durísimos.
Durante la semana entrenaban juntos y el día de partido, el equipo B se marchaba a afrontar las aventuras que les preparaban los sudafricanos cada miércoles y cada sábado.
El plantel llegó a Sudáfrica un lunes de comienzos de marzo. La primera fecha estaba programada para el fin de semana siguiente. El viernes tres combis estacionaron frente al hotel que servía de alojamiento en la ciudad de Kimberley, sede del primer partido del equipo A. Los jugadores del B subieron a los vehículos que los iba a llevar hacia Upington para jugar su primer partido. La mayoría no tenía la menor idea del lugar adonde iban. No sabían que les esperaba un largo viaje hacía el centro de Sudáfrica, la zona mas árida del país. Allí los aguardaba el combinado de North West Cape, un equipo durísimo forjado en la tradición de los gigantes granjeros boers. El partido fue tremendo. Una terrible prueba física y mental que el equipo que era capitaneado por Mario Negri supo sobrellevar porque allí, en una ciudad sudafricana desconocida, mágicamente volvió a aparecer la vieja garra puma corporizada en un grupo de argentinos, esta vez apoyados por jugadores de otros países de Sudamérica. Había nacido la legión, un equipo con mística, con identidad propia.
Después del partido Negri y el entrenador Joe Argento paseando por el centro de Upington vieron unos cascos de lona similares a los que usaba la legión extranjera, aquellos clásicos gorritos de lona color caqui con una tela para cubrir el cuello. Compraron 26 y en la semana organizaron la ceremonia de entrega. A partir de ese momento cada jugador del otro equipo (ya había dejado de ser el B) lució con orgullo el cap, un gorrito color caqui, que lo identificaba como miembro de la legión.
La campaña siguió. Border, Northern Natal, Stellaland, South Africa Country, los partidos y los triunfos se sucedían. La legión terminó la gira invicta, pero en el último partido no pudo contar con su capitán.
Después de una dura derrota en el primer test, Sudamérica XV necesitaba reforzarse para la revancha contra los Springboks. Hacía falta una inyección de personalidad, un hombre curtido. Y que mejor que un legionario?.Por eso el 3 de abril de 1982 Mario Negri, después de recorrer Sudáfrica liderando al equipo que había llegado un mes antes como “el B”, jugó el partido de su vida en Bloemfontain y fue el gran representante de la Legión en la única victoria de la historia contra los Springboks.
Del libro “Leyendas del rugby” de Daniel Dionisi.
Si se van al piso “GIGANTES”,
Si se van al piso “GIGANTES” (5to de arriba abajo en los MÀS COMENTADOS que salen a mano derecha), el primer comentario es mío y puse lo siguiente ante la victoria de Durban:
“En lo que a mi respecta, esta victoria sella el año, sin perjuicio de que los resultados del Mundial sean buenos o malos. Digo esto porque pase lo que pase, seleccionado Argentino que venga, sabe que a los Boks se les puede ganar y se les ha ganado. En Sur Africa. Y con bono.”
Quiero pensar que a varios de los que van a jugar al Shark Tank de Durban le deben quedar memorias de ese juego (Particularmente a T. Lezana, que ese día jugó sumamente bien y cuya salud ahora le está permitiendo mostrar los quilates que ya había anunciado en Durban 2015).
Hago esa observación en el espíritu de los comentarios del señor Negri. Que nunca queda duda que a los Saffa se le puede ganar, en Sur África, porque en Durban se demostró ante el mundo.
Magnífico post. Nada como arrancar la semana leyendo de rugby.
Daniel,
bella historia de la garra Puma con piel de Sudamérica XV.
Como casi todos los jugadores de Alumni -nuestro querido Yankee del Blog es una muestra- Mario Negri es una gran persona y fue mejor conductor del legionario 2º Sudamérica XV.
Pero, querido Dionisi, cometiste un gran y grave error. Hablaste de un solo hombre “curtido” que se sumó al 2do. test del equipo de Michingo y Hugo.
Para quien vio una y otra vez ese partido y disfrutó del cambio en la actitud de su pack de forwards en todas las formaciones fijas y, sobre todo, en las móviles, donde se muestra el carácter de un equipo, la importante incorporación para superar a los Bocks fue la de CARLITOS BOTARINI, que aportó la garra y locura que distingue la maravillosa historia del Rugby Club de LOS MATREROS, de Morón.
Mirá el partido y mirá como una y otra vez, el gigante de rulos castigó a los Boers y desestabilizó, para adelante, cada una y todas las situaciones de contacto.
Un verdadero animal Puma.
Hoy retirado con su familia en Valencia, pero con el corazón firme en el rugby de la roja y blanca del west suburbano local, del rugby de su región española y del espíritu Puma de sus veteranos.
Abzo. a Marlene. Piti.
Piti. El relato hace foco en Mario Negri porque fue capitán y líder de la legión y porque fue (junto a Serafín Dengra), el refuerzo para el segundo test. Carlos Botarini, que la rompió toda, ya había jugado el primero que perdieron en Pretoria.
Error.
Estaba convencido de que Branca había jugado los dos test y Carlitos lo había reemplazado a Glastra solo para el segundo test.
Disculpame.
¿Le mandaste el beso a Marlene?.
Y, está medio estropeada. Mejor dáselo vos en persona.
Puede que dos estropeados hagan uno sano.
¿sigue parando en la banquina derecha del camino de cintura a la altura de la Firestone?.
Uy me hizo volver al pasado ese video. Era la epoca de la guerra en La Malvinas, yo estaba en el medio del campo en la zona de Tres Arroyos, como abandonado viviendo como un peon de la zona, laburando de peon de ganaderia. Escuche el partido por RADIO, y no lo pude creer cuando se le habia ganado a los Springboks.
Cuantas figuras gloriosas que hubo en esa gira, incluso, creo, lo habian invitado a uno de los rugbiers uruguayos que habia sobrevivido el accidente de avion en los Andes, si mal no recuerdo.
Me acuerdo una anecdota que Tommy Petersen contaba que se despertaba temprano para salir a correr con un Springbok al que lo tenia como idolo, no me acuerdo el nombre, pero que hablaba de lo serio que aquellos integrantes de Sudamerica XV se tomaron la gira.
El SIC, venia muy bien representado, lo mismo que el CASI, pero lo lindo fue como se amalgaron todos los componentes del grupo, como bien lo destaca este video.
Para mi este fue el ANTILUNES.
Dionisi,
un favor y con esto termino.
Si mantenés contacto con la gente de los Tábanos, a fines de los 60, domingo de Junio, jugué con ellos en la cancha de la Firestone.
Como tercer tiempo nos dieron un guiso de mondongo. Acertado para soportar un frío anochecer y recuperarnos de los golpes tolerados por el árbitro que, ignorábamos, no era oficial de la UAR (pocos se atrevían a referear en los Tábanos) sino que era un ex boxeador y masajista del Club.
Nos hicieron dejar los bolsos, con camiseta, pantalón, medias, toalla, jabón y vendas, en la puerta de un galpón sin paredes que ellos llamaban “el quinchito”. Terminó todo, nos despedimos y cuando nos fuimos, todos juntos por el pánico al perímetro que rodeaba el Club y la noche del camino de cintura, levante el bolso y solo lo abrí al llegar a casa.
Habia dos guias de teléfono, hojas hechas bollo de un diario local y, casi como mensaje, un rollito con un resto de papel higiénico.
Mandé una carta reclamando lo que plateé como un mal trueque (ni en pedo robo) y nunca me contestaron.
La camiseta era un recuerdo. Una pesada Uribarri talla grande; casi nueva. ¿Podrás recuperarla?.
Abzo. Piti.
Jajajaja. Eso del “Pánico por el perímetro” suena medio maricón. Mira a los de la legión, que jugaban hasta en medio de la selva.
Para averiguar por la camiseta deberías decirme de que club sos . Los Sauces? YPF? Sucu?
Pronto vuelven las historias de Los tábanos.
Abrazo
¡Qué lindo verlos compartir a Piti y al novio de Marlene! El blog sigue intacto.
Abrazo
JB
Jajajaa. Y si, la guardia vieja presente!
Abrazo Jorge.
Ah bueno, no me animo a decir más q esto: excelente nota, qué grande Negri, la vuelta de Piti Tóxico, y el intercambio entre Daniel y Jorge! Qué nivel!
Muchas gracias PERIODISMO-RUGBY!!!!!
No sabia de la existencia del equipo B la verdad una historia fabulosa! Que gira esa. Inolvidable. Y Bolefontein con Perica Courreges a punto de lanzar la pelota en el line arengándolos diciendo vamos que no quieren mas!!! Tremendo.
maravillosa historia !!!!
alguien puede ilustrarnos con los tabanos ? y marlene ??
santiago
Admito que me dio nostalgia al ver el intercambio entre “Iñiguez” (aunque ya sabemos que Batman es Bruce Wayne, para mí seguirá siendo Batman aunque esté de civil) y Pitti. Solamente quería comentar esto.
Saludos, y espero que el Hot Toronja no lo hayan cerrado (?).
Santi Ludueña -ex Santiago (EHO)-
Admito que me dio nostalgia al ver el intercambio entre “Iñiguez” (aunque ya sabemos que Batman es Bruce Wayne, para mí seguirá siendo Batman aunque esté de civil) y Pitti. Solamente quería comentar esto.
Saludos, y espero que el Hot Toronja no lo hayan cerrado (?).
Santi Ludueña -ex Santiago (EHO)-
Gracias por semejante regalo de cumpleaños
Donde puedo encontrar mas info sobre Los Tabanos de fines de los 60??? Gracias!!!
Muy buena nota! Gracias.
Santi,
gracias por recordarme el “Hot Naranja”.
Fue el rescate que, a fines de los 60, manejó el árbitro que no era árbitro y se lo cobró con mi bolso.
Gitano, boxeador, jugador de pelota a mano limpia, masajista del Club y anfitrión de los niños bien del Rugby que se le atrevían a Los Tábanos.
Supo ser violinista y bandoneonista de Julio Sosa.
Como el Varón del Tango, alardeaba que de pendejo lo perdió todo. En caballos lentos y mujeres ligeras.
Por la noche era guarda espalda de las chicas del “Hot Naranja” y contacto con los Blazers del Club. Uno de ellos, patanegra y oficial del Comando de Prevención Comunitaria Bonaerense.
Le daban protección al tugurio y algunos negocios más.
No se si era ella, pero el Gitano me presentó a Marlene. La leyenda de la Firestone.
Me contó que nació en Yugoslavia. Que viajó y se crió al norte, en la roja tierra de Posadas. Muy joven, engañada en su inocencia, recibió un ticket de ómnibus sin cargo.
Directo al prostíbulo de Lavallol.
Me acarreo al fondo de la barra. Todo color.
Ceñida en un salvaje animal print, se desplomo en un silloncito naranja, clavó su mirada y me acarició con una sonrisa coloreada en rojo furioso, avivada en profundas raíces blancas que se disimulaban en su teñido escarlata.
Como la Legrand; me ratoneó con la intriga de su edad. ¿sesenta?: ¿setenta?. No se cuantos.
Pero te hechiza una mujer que lleva con gracia su exceso de peso y edad y te invade con una advertencia ……”tomate algo querido, que la primer copa es mía completa; el resto viene de pase”.
¡Encantadora!.
Te seduce. Da en el blanco. Te fulmina a lo Jason Statham con un; ……”bombón; tengo tres reglas; no chupar, no drogarme y no tener un macho. No te enamores de mí”.
Noche de transgresión.
Nunca supe si se trataba de Marlene o una simple impostora.
Iñiguez puede saberlo.
¿Naranja?; ¿Toronja?. Seigual…
En el quincho de la Firestone y su perimetro.
Una cosa son los lugares por donde fueron los legionarios y otra cosa es pasar por debajo del puente del Roca.
Puntos a tener en cuenta:
Chicas Kinder (chicas con sorpresa), ex campesinos boers que llegaron a las pampas con promesas de campos para expandir sus operaciones agricolas, pero descubrieron el amor de madrugada en The Noria´s Bridge, alli, donde nace el romantico Black Road a la orilla del bucolico Riachuelo.
Los sabados por la noche, aun hoy, deambulan los parroquianos del bar la puñalada. Caminando, obviamente, apearon los pingos afuera y las jaurias de ratas pequeñas, dieron cuenta de ellos en un abrir y cerrar de ojos. La ciencia cree que son cruza entre rata y gran danes.
El alambrado virtual que separa el tren de los peatones. (al cual lo asumo como holograma, porque de tantas veces que se lo afanan, ahora lo dejan hecho un rollo asi se ahorran el laburo de instalarlo).
Los buques de greenpeace vs arponeros japoneses que se persiguen dentro de los baches.
Un ruido que garantiza un total anonimato, brindado por la coleccion de pozos del camino de cintura, el tren que pasa lo mas rapido que puede para que no pinchen las ruedas, ademas del ruido de algun chancho-suicida que tiene la osadia de picar boletos.
Una cosa es ser legionario y otra gil.
PD, nunca jugue contra los sudafricanos, pero que aspero que era el pack ochentoso de los matreros.
Uf, Los Matreros siempre fueron un hueso duro. Me acuerdo que en un partido de la reserva en La Zanja el wing 3/4 nuestro, Pablo, primo de Rafa Madero, le mete un handoff a uno de ellos y le pifia la cara con la mano y le da de lleno con el antebrazo a los dientes (no usabamos protectores bucales) y le arranca los dos incisivos, que le quedan clavados en el brazo. “Devolveme los dientes, gritaba el tipo”. Una aneda que me voy a acordar hasta que este 3 metros bajo tierra.
Alla en la tierra colorada de Misiones y mas en la zona de Apostoles, hay una colonia de Polacos, que hoy por hoy son los cultivadores de la Yerba Mate por excelencia. Hace mas de 35 anios que no voy por la zona pero uno los reconocia por ser rubios de ojos azules. Una rareza y un deleite para los ojos verlas caminar por las calles. Es mas la empresa Rosamonte es o fue de Hreniuk Hermanos, polacos argentinizados.
Habra sido Polaca la Marlene? Seigual!!!
Como eliminaron mi experiencia de jugador con Botarini ¡¡¡¡¡¡¡¡
ElMike,
raro lo tuyo, porque en Matreros son pocos los que tienen dientes.
Perro Viejo,
hablaste de un pack de Matreros que jugaba sin Airbag y vivió su vertiginoso tiempo a principios de los 80.
Para desvirtuar aún más el piso.
Matreros de uno a ocho:
El Piojito (Moss), el Sapo (Albini), el Gordo (Gómez), Carlitos (Bottarini), el Trompa (Iso), Gussi (Andrés), el Brother (Bernabo) y el Polaco (Widelec). Cosido al pack (9), el Nono (Boriano).
1980 – Ascenso a 2º. con repechaje a San Patricio (con el amigo Mario Espinal de 2). Manuel belgrano del amigo Perca ascendió directo pero le ganamos el 2º test en Carupá y le robamos los trapos.
1981 – Pelea por el ascenso a 1º. con repechaje a Belgrano. 6-6 en Morón y 6-9 en Belgrano con un ¿¿¿referato??? al servicio del fundador y un brillante Scolni de 15 que nos clavó el único try de ambos partidos.
1982 – Ascenso directo a 1º. con la suma de Mundo, Freitaj y Curli (Amorisa) crack este último que, creo, tenía 14 años y era rueda de auxilio de la primera como pilar, tercera o moderno bull carrier de 12.
Si jugaste con ellos; eran realmente ásperos.
El campo santo de Morón (reemplazado más tarde por Villa Malavert-Moreno) era, diría Richard S., un “bonus/pitch” para la rigurosidad de cada partido como local.
Nosotros, cada 15 días renovábamos las perennes frutillas y golpes varios, pero la cancha era nuestra aliada. Ella sola, en el desgaste de los últimos veinte, dió vuelta un par de partidos.
Si yo me acuerdo de un tal Pablo Nieto que jugaba en los Matreros, aspero pero resultó ser flor de mascanuca. Creo que hoy se llama Liliana.
Es increible que con esos prontuarios hayan salido grandes tipos como Ugartemendia y el uru Sanabria………….
Jajaja Piti, raro para cuando llegaban a la primera. El partido que describí fue un partido de reserva.