Los Pumas y los Mundiales (capítulo XV)
Cinco días después de la derrota ante Samoa, Los Pumas jugaban otra vez en East London. Ahora, simplemente por el honor. Esperaba Italia, también eliminado. Petra le ganaba una nueva pulseada a Paganini y repetía los mismos quince que habían perdido el partido anterior. Les quería dar revancha.
Ante poco público, Los Pumas volvieron a dar una gran demostración con sus forwards. Durante buena parte del partido estuvieron adelante y hasta marcaron cuatro tries: uno de Rolando Martin, otro de Matías Corral, uno de José Cilley y otro try penal. Pero Cilley no anduvo bien ese día con su pie. Apenas aportó un penal y una conversión.
Italia, con más entusiasmo que otra cosa, se fue con todo adelante sobre el final. Y beneficiado por algunos fallos del árbitro galés Clive Thomas, dio vuelta la historia. Al final, se impuso por 31-25. Con un dato más desalentador: 26 puntos de los rivales fueron anotados por los argentinos Diego Domínguez y Mario Gerosa.
Los argentinos terminaron desconsolados. Vaya paradoja. La primera línea terminó siendo considerada la mejor del Mundial. En los tres partidos perdieron por apenas 6 puntos. Inglaterra, semifinalista, no les había podido vulnerar el ingoal.
Reunidos por el enviado del diario Clarín tras el último partido, un grupo importante de Los Pumas se quejó de las condiciones en las que estaban afrontando el rugby actual. Pedían cambios. Todos habían hecho un enorme esfuerzo y sabían que varios a la vuelta perdían el trabajo, un año de estudios y que tampoco se les iban a cumplir las promesas de conseguirles algún empleo.
Se sabía que ni bien terminara el Mundial, el International Rugby Board (IRB) iba a decretar abiertamente el profesionalismo. Y se sabía también que el rugby argentino no iba a abandonar su postura amateur.
Mientras los argentinos retornaban desilusionados, el Mundial en Sudáfrica seguía su fiesta. Los All Blacks, con el imparable Jonah Lomu, parecían imbatibles. Y así llegaron a la final contra los Springboks. Un partido apretadísimo, con los locales jugando todo el tiempo en offside. Hasta que un drop de Joel Stransky les dio la victoria.
Nelson Mandela, con la camiseta de los Springboks, le dio la copa William Webb Ellis al capitán, Francois Pienaar. Esa era la foto obligada.
Sigue el martes 15/5
Espero que en este mundial no haya foto obligada y los resultados sean como se tengan que dar por desarrollo del juego y no por fallos intencionados u omisiones que faciliten que gane quien quieran los poderosos que lo haga.
Una mencion aparte respecto a la descripcion del articulo sobre el descontento de los jugadores por como enfrentaban el rugby de esa epoca. Que diferencia hubo con el reclamo que se realizo el año pasado ?. Que esta vez los jugadores se unieron y armaron el quilombo que tenian que armar para que los escuchen y les den entidad. Si en aquella epoca hubieran hecho esto mismo, quizas hubiera tenido algun efecto entonces y no hubieramos tenido que llegar al 2006 con los mismos reclamos.