Homenaje a un pilar
Hace unos días se fue Alfredo Marrón, el Gordo Marrón, aquel pilar derecho del Banco Nación de lujo que ganó el título de Buenos Aires en 1986 y 1989. Se lo llevó un cáncer que parecía controlado, y dejó no sólo una familia con cinco hijos, sino un montón de amigos. Porque el Gordo, como dicen quienes lo conocen bien, era un personaje simpático, bonachón, bohemio, que había decidido dejar el ruido de la ciudad para instalarse en un pueblito de la provincia de Buenos Aires, donde ejercía la docencia.
Integró una de las primeras líneas más recordadas de los últimos tiempos junto a Osvaldo Cando y el Lobo Inganni. Cando, precisamente, me contaba hoy que “El Gordo era extremadamente fuerte, con un pecho anchísimo. Recuerdo que en pleno invierno él se entrenaba en remera de manga corta y pantaloncitos. Y también que se iba en bicicleta desde su casa, en San Juan y Boedo, hasta Vicente López, donde nos entrenábamos”.
Sus dotes de pilar quedaron selladas cuando Carlos Veco Villegas, nada menos, lo consideró como un rival más que complicado para enfrentarlo en el scrum.
Marrón comenzó jugando en Porteño y llegó a Banco en 1980, hasta que una década después se fue a Italia. Con Banco no sólo se dio el lujo de ganar dos títulos, sino de vencer a Inglaterra en la cancha de Vélez.
Hace unos días recordábamos los 20 años de Banco campeón y también señalábamos que los últimos tiempos no habían sido muy felices para el club. Esta noticia del Gordo Marrón llenó de tristeza a todos. Porque se fue un pilar en serio.
Lo debo haber visto jugar más de 100 partidos en la década del 80. Se bancaba el scrum casi solo, con el Lobo y Cando, dos primeras líneas chiquitos que jugaban muy bien el suelto.
Era de esos pilares que tocan poco la pelota. Pero me queda una imagen: en el año 87 Banco se se enfrentó a Regatas y casi sin quererlo, “Fefo” Marrón quedó mano a mano en las 22 ajenas contra el fullback. Pesaba alrededor de 110 kilos. ¿Y qué hizo? Tiró un cambio de paso, majestuoso, y se zambulló al ingoal. Try de Marrón. La gente explotó entre risas y aplausos.
Lo vi jugar muchas veces ,en banco ,gran persona muy luchador para llegar a ser un grande
hoy me acordaba de fefo, yo lo veía mas en el verano , eramos vecinos en la casa de la costa, en las toninas, mientras tal vez el resto de la gente descansaba el entrenaba todos los días , yo lo iba a buscar a la tarde para salir a correr por los médanos , lo encontraba terminando su sesión de pesas , no se, una barbaridad en el banco de pectorales.. no se simas de 100kg , un espíritu deportivo que todavía me sirve de inspiración a pesar de los años, un tipo de esos que hay pocos en la vida, tan honesto y bondadoso, en un día frío como hoy no faltaré al entrenamiento. Hasta siempre fefo.
Tal cual como decis, tipo honesto y bondadoso. También era vecino mío en las toninas, es más tenía la casa a 20 mts de la mía. 3 veces a la semana lo veíamos correr por la playa con dos bidones hacia santa teresita, y volvía corriendo con los bidones con combustible para el Renault 4. Muchas veces lo acompañe unos cuantos km. Pero era imposible seguirle el tranco.
Recien me entero de su fallecimiento, y se me escapo un lagrimas.