Federico Acosta era, según quienes lo conocieron de cerca, un chico extraordinario. Buen hijo, buen estudiante, amigo de sus amigos. Llevaba al rugby como una de sus grandes pasiones. Hasta que el destino, que muchas veces es demasiado cruel, le jugó una mala pasada cuando actuaba de forward en la Menores de 17 del Club Universitario del Nordeste, de Chaco. Tras sufrir una severa lesión, su corazón dejó de latir cuando apenas tenía 17 años. Pero su espíritu, su alma, están cada día más presentes en la Red Solidaria que lleva su nombre y apellido.
¿Qué es la Red Solidaria Federico Acosta? Un emprendimiento que llevó a cabo un grupo de madres sensibilizadas por todo lo que pasó. Poco después de la muerte de Fede, recibí un mail de Silvia Martín –una de las mujeres que está al frente de la Red- que me emocionó. Y sobre eso escribí una columna de Tercer Tiempo, en Clarín. Recuerdo cómo la titulé: Las madres del rugby.
En el mail, Silvia me contaba cómo estaban trabajando para mejorar las instalaciones de los hospitales de la zona y, también, me manifestaba la intención de la Red de encontrar colaboración en el mundo del rugby para evitar casos similares.
Tanto empujó el espíritu de Fede que la Red ha plasmado uno de sus sueños: un encuentro en Resistencia, al que han llamado Camino a ser Puma, y al que concurrirán Pumas, ex Pumas, entrenadores, dirigentes, padres y, sobre todo, muchos chicos. La Red tuvo la deferencia de invitarme, y para mi es un orgullo. Será el 7 y 8 de octubre, y contará con el apoyo de la UAR y de la Unión de Rugby del Noreste. Ya ampliaremos más adelante, pero la idea es construir un espacio que genere buenas personas.
Ramón y Gloria, los padres de Fede, que además era entrenador de infantiles (todo un síntoma de la persona que era), jamás abandonaron el rugby. Siguieron a los que eran compañeros de Fede a todos lados. Su hijo los está llevando. Y también está guiando a las madres de la Red Solidaria.