Tucumán
Ya instalado en un hotel céntrico de Córdoba luego de emprender anoche un viaje en micro que demandó ocho horas, Tucumán está listo para encontrar revancha de las tres últimas finales del Argentino en las que cayó con Buenos Aires. En el último entrenamiento, realizado el miércoles, terminó de confirmar que podrá contar con una de sus joyas, Lucas Barrera Oro. Pero, en cambio, perderá a otra de sus figuras, el octavo Benjamín Macome. Entonces, Carlos Cáceres ingresa al equipo titular como 7 y Nicolás Centurión será el 8.
La entrevista previa a la final de mañana es precisamente con Centurión, ya acostumbrado a ser octavo en su club, Universitario de Tucumán. El jugador de 26 años (debutó en Primera a los 18) sabe de qué se trata ser campeón argentino, pues formó parte del equipo que lo alcanzó en el 2005, pero tiene clavada la espina de las tres finales al hilo perdidas, sobre todo la del 2008, cuando Buenos Aires se impuso con un try convertido en la última pelota.
“Hablamos mucho sobre aquel partido porque es clave estar concentrados los 80 minutos. Sabemos que en el rugby de hoy no te podés distraer un segundo y, por eso, creo que por ahí pasaré la clave de mañana. Ganaré el que más esté concentrado y el que menos errores cometa. Me imagino un partido de hacha y tiza”, sostuvo Centurión.
Para el tercera línea además habrá que ser más disciplinados que nunca. “Quedó claro en la semifinal con Buenos Aires, ya que pudimos pasar al frente cuando ellos se quedaron con dos menos. Además, Córdoba tiene un muy buen pateador (Gastón Revol) y en un partido cerrado, los penales definen”.
Tucumán intentará en Córdoba su noveno título argentino. Además del último en el 2005 con Centurión como jugador, también obtuvo los de 1985, 1987, 1988, 1989, 1990, 1992 y 1993).
Dos preguntas más para Centurión:
– ¿Influye en algo la crisis que se produjo en Tucumán a nivel dirigencial?
– No, en absoluto. Nosotros jugamos y lo que puedo decir es que siempre recibimos todo el apoyo de los dirigentes para este Argentino desde que ratificaron a los entrenadores.
– ¿Y cómo siguen los jugadores el eterno pleito dirigencial entre Buenos Aires y el Interior?
– Esperando que alguna vez se solucione. No hay que negar la importancia que tiene el rugby de Buenos Aires, pero también hay que atender con la misma importancia lo que sucede en el resto del país. De hecho, esta final la juegan dos equipos del Interior.
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Un equipo ganador
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