Mientras las potencias ya se pusieron en marcha en el año previo al Mundial con el Seis Naciones y con el Súper 14 (torneo en el que participan los principales combinados provinciales de Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica), el rugby argentino sigue provocando situaciones increíbles si se tiene en cuenta la infraestructura y la distancia geográfica y económica que lo separan de los grandes de la ovalada.

En los últimos días se conocieron dos hechos trascendentes que involucran a jugadores argentinos, integrantes del pasado y del futuro de Los Pumas. Por un lado, el mendocino Federico Méndez, quien se retiró del seleccionado el año pasado tras el empate con los Lions, fue convocado para formar parte del cuerpo técnico de los Springboks, nada menos. El primera línea, que venía de jugar y entrenar a Western Province, tendrá a su cargo al pack de forwards, más específicamente en el scrum y en el juego agrupado.

La Argentina, que se ha cansado de exportar primeras líneas, tiene en Fede Méndez un reconocimiento a una de las grandes banderas de su historia: el scrum. Motivo de eternas discusiones domésticas, el fijo es hoy un arma clave de ataque para las selecciones más poderosas. El rotundo fracaso en esa formación y los malos resultados de Australia, por ejemplo, motivaron el despido del entrenador Eddie Jones.

Que los Springboks, serios candidatos para ganar el Mundial 2007, se hayan fijado en un argentino es un homenaje a la historia de Los Pumas y, al mismo tiempo, un estímulo para que los grandes sigan temiéndoles a Los Pumas en esa formación.

El presente y el futuro de Los Pumas también tuvieron una noticia internacional. El centro del SIC, Gonzalo Tiesi, de apenas 20 años, fue contratado por el London Irish de la Premier inglesa. No es una novedad que un argentino haya emigrado hacia Europa, pero sí que se trate de alguien tan joven. Un síntoma de que el rugby de éste país sigue generando excelentes jugadores, más allá de una situación interna que, por ejemplo, provocó que la UAR cancelara, por problemas económicos, el viaje a Italia que Hindú se había ganado por conquistar el Nacional de Clubes.

Por último, vale una aclaración con respecto al tercer tiempo del lunes pasado, en el que indicamos que los principales sospechosos del asesinato del chico Ariel Malvino eran jugadores de rugby. Daniel Romero, un atento lector, nos aclaró que los hermanos Braun sólo practicaron este deporte hasta la Menores de 18, y que hoy ni siquiera son socios del Club Taraguy.