El rugby argentino históricamente no ha transitado los intermedios. Este es un juego que llega, en la mayoría de los casos, por herencia, y en el que los que se involucran lo hacen a todo o nada, con un fanatismo pocas veces visto en otros deportes. Así, se discutió y aún se discute por Buenos Aires-Interior, Pumas del 65-Pumas del 70, Amateurismo-Profesionalismo… Desde hace más de tres décadas, el scrum también se convirtió en un punto de polémica. Y de los dos lados no hubo tregua. O se defendió a ultranza el empuje coordinado o se sostuvo sin ceder que la pelota tenía que salir del fijo casi sin empujar. Hoy, el scrum no está tanto en el centro de la discusión doméstica, pero sería bueno colocarlo de nuevo en escena.

Si bien el rugby argentino perdió mucho tiempo en esa puja a favor o en contra del scrum, lo cierto es que esa formación ha sido un emblema de Los Pumas y un producto de exportación a las potencias. Por algo, los primeros que se fueron a jugar al exterior fueron pilares (El Topo Rodríguez, Méndez, Reggiardo, Grau, Noriega) expertos en el fijo, y también por algo cada seleccionado que tiene que enfrentar a los argentinos en lo primero que se cuida es del scrum.

El SIC, de la mano del sabio y entrañable Carlos Veco Villegas, hizo punta con la famosa bajadita, y enseguida encontró una resistencia feroz, al punto que algunos equipos ni siquiera formaban para mostrar su rechazo. Mucho mayor fue la polémica cuando la táctica del SIC llegó a Los Pumas, a mitad de los 70.

De ahí en más, algunos entrenadores de Los Pumas utilizaron al scrum como arma clave y otros directamente lo despreciaron, y así le fue al seleccionado durante un largo tiempo. Nadie tomó al scrum como una formación netamente ofensiva, sin ser la única.

Hoy, las potencias están mostrando en el Tres Naciones cómo la pelota ya se pelea en todos lados. Antes, el que tiraba en el line o en el scrum sacaba la pelota sin resistencia contraria. Ahora, los robos en la hilera son constantes y el empuje en el fijo suele ser determinante. Australia, que sin el gran Larkhan es otro equipo, lo sufrió con los All Blacks y con los sudafricanos. Y una estadística del IRB señala que el mayor porcentaje de tries llegan a través del scrum.

En el ámbito local, SIC lo arrasó en el scrum al CASI. Hindú, líder de la zona campeonato, domina a sus rivales con esa formación desde la llegada del Pato Noriega a la conducción.

El scrum volvió a escena. Y en Argentina saben de qué se trata.