El lunes anterior nos referíamos en este mismo espacio a una expresión del entrenador de Los Pumas, Marcelo Loffreda, que no es sólo suya, sino que desde hace un tiempo viene dando vueltas en varios sectores del rugby argentino. Se trata de la intención de profesionalizar la competencia interna, con un grupo numeroso de jugadores —Loffreda habló de 200 ó 300— que tengan dedicación casi exclusiva al rugby, con el fin de frenar el éxodo y de otorgarle al seleccionado una base mayor, que no dependa únicamente de los que están actuando en el exterior.

Loffreda es un hombre medido, que cuando lanza un diagnóstico busca también un efecto (recordar que dijo que “hay que tomar la decisión”. Además, lo avalan sus antecedentes como uno de los jugadores más emblemáticos de la historia del rugby argentino. Y no sólo tiene línea directa con el presidente de la UAR, Emilio Perasso (estandarte como él de la filosofía del SIC), sino que a través de su rol de entrenador de Los Pumas escucha cuáles son las necesidades de los jugadores.

Durante la semana que pasó, en los pasillos del rugby nacional se escuchó con mayor insistencia la idea de ir avanzando de modo más concreto en lo que planteó públicamente Loffreda. El rumor giró sobre un proyecto de la UAR de crear una Liga Nacional al estilo de la del básquetbol.

Quizá hoy se conozcan algunos detalles, porque la UAR convocó a una conferencia de prensa. El motivo es extraño, ya que se anunció que se debe al lanzamiento del Nacional de Clubes, que empezó varias semanas atrás. ¿No se querrá hablar de otra cosa? Puede ser, porque además de Perasso estará Diego Domínguez, el presidente de la filial argentina de SportFive, la empresa que maneja la comer cialización del rugby nacional.

Para concretar un proyecto así se necesita plata y, hoy, la UAR no la tiene. ¿Aparecerá un grupo que aporte el dinero para profesionalizar la competencia interna? ¿Será la misma SportFive, resistida por los sectores más conservadores del rugby? ¿Será verdad que atrás del proyecto están algunas figuras de Los Pumas?

El tema sigue siendo complicado. Los jugadores que actúan acá reclaman ya no tanto en voz baja tener algún beneficio económico. Y, por otro lado, se sabe que cualquier proyecto de este tipo deja afuera a los clubes de menos recursos, que, por otra parte, son la mayoría. Como siempre, la pregunta es cuál será el camino que finalmente optará el rugby argentino. El del medio ya es casi intransitable.