Se viene diciendo desde varios sectores de la dirigencia del rugby argentino que uno de los tantos aspectos a encarar de aquí en más es lograr una mayor presencia en el ámbito internacional. La competencia de Los Pumas en estos cuatro años hasta el Mundial de Francia es no sólo clave porque el seleccionado es un espejo para la difusión, sino porque es la principal fuente de recursos económicos de la UAR cada vez que una potencia realiza una gira por el país.

La Argentina tiene un personaje que está entre los más reconocidos del mundo del rugby. Es Hugo Porta, alejado de la ovalada desde que se retiró como jugador allá en los comienzos de la década del 90.

El ex apertura es convocado a la final de cada Mundial, a formar parte del jurado que elige a los mejores jugadores y a la cena anual del International Rugby Board (IRB), cuyos miembros más decisivos ven en Porta a una leyenda de la ovalada.

Pero no sólo eso. El dueño del botín mágico trasciende más allá del rugby, y por eso es el único argentino que integra la Fundación Lauraus, que reúne a los más grandes deportistas de todos los tiempos. El presidente, por ejemplo, es nada menos que Edwin Moses.

Los dirigentes, que en estos momentos se encuentran ocupados en resolver quién será el próximo presidente de la UAR (el que más chances tendría es Emilio Perasso) y, en consecuencia, en quién o quiénes recaerá la responsabilidad de entrenar a Los Pumas, deberían analizar la posibilidad de contar con Porta. Y, claro, el ex 10 de Banco Nación y de Los Pumas tendría que dar el paso para abandonar su rol de ex y asumir que con su chapa, el rugby argentino puede alcanzar logros importantes a nivel internacional.

Carlos Tozzi, actualmente el representante de la UAR en el IRB, ha cumplido a lo largo de esos años un rol más que interesante, pero este es un momento en el cual se necesita de alguien a quien el mundo del rugby considere con todos sus pergaminos. Y ese hombre es Porta.
Hay una mala costumbre en el deporte argentino por la cual casi nunca hay lugar para quienes fueron los grandes referentes.

En la mayoría de los casos, esto ocurre porque no se los convoca. En otros, porque los personajes prefieren dedicarse a otra cosa. El rugby y Hugo Porta tienen una oportunidad. Sería uno de los tantos pasos a dar con vistas al futuro.