“¿Te acordás del Mundial de seven en Mar del Plata?”, nos decía no hace mucho una persona inolvidable. Aquel riesgo económico que decidió afrontar la UAR en enero de 2001 arrojó un déficit en cuanto al dinero, pero significó una fuerte inyección de difusión que fortaleció el impulso que el rugby argentino tomó después de la gran actuación de Los Pumas en el Mundial de Gales 99. La presencia de figuras como Pichot, Albanese, Corleto y Phelan, entre otros, movilizó a una multitud hacia el estadio mundialista, con un resultado deportivo que se coronó con un más que digno acceso a las semifinales para recién caer con los poderosos All Blacks. La posterior debacle del país privó a la Argentina de tener una fecha en el circuito mundial de seven, pero el entusiasmo por el rugby de 7 jugadores no decreció.

Dos años después de aquel enero de ilusiones, Mar del Plata vuelve a ofrecer el espectáculo del seven. Será un torneo internacional que se jugará entre el miércoles y jueves de esta semana, con la presencia de 12 equipos divididos en 4 zonas. La gran atracción será el fijiano Serevi, considerado El Mago en el juego de 7, quien llegará hasta las playas argentinas para integrar el combinado Mar del Plata VII. Los Pumas, por su parte, presentarán un plantel con mayoría de jugadores del interior, mientras que los Lions Sudamericanos tendrán, por ejemplo, a dos Pumas (Martín Durand y Hernán Senillosa), a dos ex (Octavio Bartolucci y Pablo Camerlickx) y a figuras del rugby doméstico, como Enrique Pichot y Nicolás Corleto, hermanos de los que brillan en Los Pumas. Los Lions, además, estarán dirigidos por Gonzalo Beccar Varela y el sponsor será el canal de cable en el cual se emite el programa de Agustín Pichot.

Vendrán también equipos de Sudáfrica, Australia y Francia, más las selecciones de España, Chile, Brasil, Uruguay y Paraguay. Es una buena ocasión para tener contacto con el rugby en un año en el cual todas las miradas estarán dirigidas al Mundial de Australia. Los organizadores decidieron poner precios accesibles (la entrada más barata sale 5 pesos y la más cara, 15), y eso, más el atractivo que propone el juego de 7 para aquellos que no son fanáticos del rugby (muchos pases, pocas interrupciones y más habilidad y velocidad que fuerza), puede derivar en una interesante concurrencia.

La oferta veraniega de Mar del Plata también incluye un seven playero que se realizará en Playa Grande entre el 24 y 26 de este mes, y una serie de tocatas que organiza el Yanqui Martin en un balneario que auspicia una radio FM. En fin, rugby para divertirse.